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domingo, 8 de agosto de 2010

LA EVALUACION EDUCATIVA

La Evaluación Educativa ha sido definida por el Ministerio de Educación Nacional como el “proceso de delinear, obtener y suministrar información valorativa acerca del desempeño del alumno, con el propósito de tomar decisiones que conduzcan a que su aprendizaje sea exitoso”, ésta y muchas de las definiciones que se conciben actualmente coinciden en reconocer, como procesos básicos de la evaluación, la recogida de información y la emisión de un juicio valorativo. No obstante, existen discrepancias en la extensión del concepto, y por tanto del proceso evaluativo en su totalidad, en lo que se refiere a la inclusión o no del juicio valorativo y de la toma de decisiones derivadas de la información y valoración que se realizan, así como de la ejecución de esas decisiones y sus resultados. La obtención sistemática de información o evidencias sobre el objeto de evaluación y la elaboración y formulación de un juicio fundamentado sobre dicho objeto, constituyen procesos básicos, centrales de la evaluación, pero no agotan el acto evaluativo y por tanto no son suficientes para el análisis del mismo.

La evaluación debe contemplar procesos y resultados, insumos y conductas observables y no observables a simple vista: cognitivas, afectivas, sociales y psicomotoras, entre otras, pero además valorarlas; se debe explorar lo que el alumno no sabe, los contextos que lo rodean y sus circunstancias personales. La evaluación, no sólo debe ser ética sino también una oportunidad de aprendizaje, la cual también debe ser evaluada. Finalmente, se debe evaluar lo que se conoce del evaluado e interesa al evaluador, con buenos criterios como parámetros o modelos, los cuales deben ser comunes para ambos.

En este sentido, se deben tener en consideración las siguientes premisas en relación a la evaluación educativa:
  • Es necesario evaluar procesos y no solamente resultados.
  • Es necesario evaluar no solo conocimientos.
  • Es importante evaluar tanto lo que el alumno sabe como lo que no sabe.
  • Un proceso evaluativo debe ir mas allá de la evaluación del alumno. No siempre el alumno es el protagonista.
  • Es importante incluir en la evaluación tanto los resultados previstos como los no previstos.
  • Es necesario evaluar los efectos observables como los no observables o implícitos.
  • La evaluación debe ser contextuada.
  • La evaluación debe ser compatible con el proceso de enseñanza y de aprendizaje
  • Es necesario introducir variaciones en las prácticas evaluativas.
  • La evaluación debe incluir la dimensión ética.
  • La evaluación debe estar al servicio de los procesos de cambio.
  • La evaluación debe incluir tanto la evaluación externa como la interna.
  • La evaluación debe acompañar los tiempos del proceso educativo.
  • Es necesario incorporar a la práctica de la evaluación la para-evaluación y la meta-evaluación. Entendiéndose por para-evaluación como la emisión de juicios de valor que exceden la descripción y el análisis de la coherencia de un proyecto y de su eficacia y por meta-evaluación como la evaluación de la evaluación.
  • La evaluación debe ser cuantitativa y cualitativa.
Finalmente, la evaluación educativa está inscrita en los siguientes principios:
  1. No se pueden evaluar realidades que son totalmente desconocidas e indiferentes para el evaluador.
  2. La evaluación es imposible si no se tienen los medios para el discernimiento de los diferentes aspectos de la realidad implicada en el acto educativo.
  3. Todo evaluador es portador de un modelo de evaluación, ya sea explícito o implícito.
  4. Los criterios de evaluación siempre proponen expectativas, positivas o negativas, sobre los resultados esperados en las producciones de los alumnos.
  5. Como la evaluación se refiere a una norma o criterios, ya sean pre-construidos o construidos durante el proceso mismo de evaluación, por lo menos en principio esos criterios deben ser comunes al evaluador y al evaluado.